Clara De Paula

Morenense, hija de porteñes que a mediados de los ochenta decidieron criar a sus 5 hijes en La Perlita, un barrio de Moreno, para que estén "más cerca de la realidad", según sus palabras. Llegaron a Moreno por su vínculo con la Iglesia católica, en particular con los curas tercermundistas. En el 2001, a sus 14 años, comienza a dar apoyo escolar en el "comedor de Olga", donde iban niñes del barrio que vivían cerca del arroyo de Los Perros, en casillas de madera. Entre estas casillas y las visitas cotidianas a la Ciudad de Buenos Aires, donde iban a casas de niñes con playroom, balcones y terrazas, fue creciendo y haciendo cuerpo la desigualdad social en la que estaba inmersa. A partir de esta formación vital, siempre quiso ser parte de espacios sociales, culturales y comunitarios. Fue así también que llegó a estudiar Antropología en Filo, en la Universidad de Buenos Aires. Después de muchas horas en el Sarmiento para llegar a Puan, se recibe de Licenciada en Ciencias Antropológica y Profesora de nivel medio y superior de Antropología. Trabajó como docente en bachilleratos populares, Fines, secundarias y actualmente en el Instituto Superior de Formación Docente N° 21, Ricardo Rojas. Por otro lado, lleva diez años de experiencia en distintos ámbitos de gestión estatal, en temáticas vinculadas al acceso a derechos y en políticas públicas que buscan achicar aquella brecha entre las casillas y el playroom. Actualmente se desempeña en la Secretaría de Justicia y DDHH, de su municipio, lugar que sigue amando y eligiendo criar ahora a sus hijes.