La sobrecarga administrativa continúa siendo un tema de disputa en lo que refiere al desempeño docente. En esta nota el autor apunta tres nudos a desovillar en el nivel primario para que el rol pedagógico vuelva al centro de la escena.
La crisis en la escuela primaria en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene sus particularidades pero no desentona con el contexto a nivel país. En CABA, puntualmente, advertimos tres problemas en lo que respecta a la labor diaria de los docentes a 16 años del inicio del gobierno del PRO y sus políticas educativas nulas o superficiales. Hoy intentaremos puntualizar esos problemas y sus posibles soluciones.
Rol pedagógico
En general, los equipos de conducción están compuestos por una secretaria, una vicedirectora y una directora con funciones determinadas por el reglamento escolar y una sobrecarga administrativa que no les permite abordar de lleno el rol pedagógico ¿Es culpa de los directivos? Por supuesto que no: la sobrecarga administrativa es responsabilidad de los ministerios de educación que suelen poner el eje en los datos, estadísticas e informes, y vacían la función pedagógica de los directivos. Cuánto cambiaría la práctica educativa y el “proyecto escuela” si se tomase como eje la coordinación pedagógica de los ciclos y los directivos pudieran planificar junto a los docentes, e incluso estar al frente de algunas clases. La tarea cotidiana de una directora hoy pasa por atender a un estudiante que se golpeó en el recreo, llamar a la ambulancia y a la familia para avisarle o bien se trata de llenar expedientes, contestar notas y circulares del ministerio. Podríamos determinar que la primera causa de la crisis de la escuela primaria se da por el vaciamiento del rol pedagógico de la conducción.
Equipos de orientación escolar
En la actualidad en CABA hay un equipo de orientación escolar por distrito (20 escuelas primarias y otras tantos del área de inicial) con un total de 6000 a 10000 estudiantes. Cada equipo distrital cuenta con 4 o 5 profesionales. Teniendo en cuenta la integración de lxs niñxs en las escuelas primarias comunes, estos equipos están visiblemente desbordados y es poco lo que pueden intervenir para acompañar a las infancias, docentes y en última instancia a los equipos de conducción. La sobrecarga administrativa aparece en los formularios de todo tipo que van y vienen, desde la escuela a los equipos y viceversa, lo que resulta siendo más prioritario que la intervención de los profesionales sobre lxs estudiantes. Podemos decir que no solo es la falta de equipos sino también la intervención de los mismos en la escuela. Los APND y acompañantes terapéuticos, por ejemplo, están solo a disposición de lxs estudiantes con obra social o prepaga. No existe cobertura estatal para lxs estudiantes, por lo tanto hay muchos casos a la deriva sin acompañamiento profesional. Segunda causa, entonces, por la cual la escuela no puede abordar las problemáticas sociales y psicológicas de lxs estudiantes y así, se convierte en un depósito sin la contención adecuada de lxs profesionales.
La diaria en la escuela
La mayoría de las áreas del sistema educativo fueron creando nuevos cargos para abordar nuevos problemas aunque esto no pasó en el área de primaria que sigue funcionando casi como fue pensada en la ley 1420. La sobrecarga laboral que sufren las maestras es agobiante. Un caso ejemplar es el de tener que hacer por duplicado el registro: el digital en la web que funciona bastante mal y el analógico en papel. El Estado debería brindar herramientas digitales como una solución a los problemas burocráticos para aliviar la tarea de los docentes pero funciona en un sentido contrario. Un sinfín de tareas que incluyen: informes de cada uno de lxs niñxs, reuniones individuales y con las familias, los encuentros con el EOE, las planificaciones y la preparación de las clases, las reuniones con los directivos, el cuidado del comedor escolar y los recreos; etc. No hay maestrxs en la Ciudad no por falta de vocación, sino por lo que significa llevar adelante esta profesión. La tercera causa es la crisis de lxs maestrxs frente a la tarea diaria en la escuela, y esta no es exclusivamente por falta de formación sino por una sociedad que cambió a pasos agigantados y no fue acompañada por una escuela que se quedó en el tiempo.
Algunas ideas
Si pensamos cómo abordar estos problemas es necesario tener en claro que hay que invertir más en la escuela primaria. Esta inversión debe tener como eje central la creación de nuevos cargos:
Preceptorxs que absorban tareas administrativas de lxs maestrxs; tomen lista, hagan los registros y se hagan cargo del curso en la entrada y la salida de lxs estudiantes.
Auxiliares administrativos en la conducción de las escuelas para hacerse cargo de todas las tareas no pedagógicas y así liberar a la conducción para que puedan desarrollar las coordinaciones de ciclo y las tareas pedagógicas del “proyecto escuela”.
Profesionales para los equipos de orientación escolar, y que cada equipo no pueda tener a cargo más de tres escuelas -un universo controlado de niñxs- para acompañar a lxs docentes en las tareas de integración, en las problemáticas sociales y psicológicas que afectan hoy a nuestra escuela primaria.
En esta nota describimos tres problemas de la escuela primaria aunque claramente son muchos más. Es prioritario tomar estas necesidades, para que en un futuro -no lejano- podamos transformar la escuela primaria, para que el tránsito de niñxs, maestrxs y equipo de conducción sea más placentero y constituya una base sólida en el aprendizaje y de enseñanza.
Publicada el 05 de mayo de 2024
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