Cumpleaños en pandemia: 70 años de tradiciones y memoria

Fotografía: Mariana Eliano

Viviana Postay es directora de una escuela secundaria en Villa Carlos Paz, Córdoba. En este texto relata cómo fue organizar el cumpleaños número setenta de su institución. Un festejo en plena pandemia, y un concurso de escritura que funcionó finalmente como un puente generacional.

2020 y 2021 significaron, para todos los trabajadores de la educación, un cimbronazo tremendo. Formas de trabajo cristalizadas que llevaban un siglo y medio funcionando se pusieron en jaque, tuvieron que ser reconstruidas y repensadas desde sitios inéditos y con una velocidad hija de las demandas de la inmediatez. Aulas virtuales, meet y zoom, redes sociales, materiales entregados a domicilio. En este contexto, como Directora me tocó orientar y coordinar reorganizaciones imposibles en tiempos absurdos, y sufrir bastante porque en un momento en donde nadie sabía qué hacer se esperaban de mí ciertas claridades de conducción que no estaba en condiciones de proporcionar. Y, encima de todo, en semejante marco caótico, mi escuela cumplía setenta años de vida.

Hace casi diez años que soy miembro del equipo directivo de una escuela secundaria del interior de la provincia de Córdoba. Se trata del Instituto de Enseñanza Secundaria y Superior, primera secundaria de Villa Carlos Paz, escuela de gestión privada que funciona como una asociación civil sin fines de lucro administrada por los propios docentes. En el día de hoy, mi escuela es la segunda empleadora de la ciudad y sólo en el turno mañana -el cual dirijo-  habitan sus aulas más de ochocientos alumnos y un personal de ciento veinte almas. Una cuota bastante baja y un interesante programa de becas implican que a la escuela asistan sectores sociales ampliamente diversos, siendo la inclusión y la participación activa las características distintivas.

Para las ciudades que aún conservan cierto espíritu de pueblo, los aniversarios de hechos importantes de la historia local tienen inmensa relevancia y cumplen funciones sociales fundamentales. Se trata de fechas que construyen identidad, que recuperan y redefinen memorias. Son hitos muy esperados y planificados, con meses y hasta años de antelación. 

El peso de mi escuela en la comunidad es innegable y está anclado a su vida política, cultural y social. Nuestros egresados y ex docentes siguen teniendo un vínculo importante con la escuela, así es que los festejos por los setenta años del colegio eran muy esperados en la ciudad. Pero, ¿cómo honrar esta fecha? En otro contexto hubiésemos delineado una agenda de cenas, eventos deportivos, actos masivos, desfiles, visitas. Nada de esto era posible en pandemia; aforos y restricciones nos lo impedían. Entonces, ¿qué hacer?

¿Cómo celebrar los 70 años de la escuela en pandemia? En otro contexto hubiésemos delineado una agenda de cenas, eventos deportivos, actos masivos, desfiles, visitas. Nada de esto era posible en pandemia; aforos y restricciones nos lo impedían. Entonces, ¿qué hacer?

De un modo un poco tímido al principio, decidimos que estos setenta años serían festejos de escribir. Recuperamos un proyecto al que pretenciosamente llamamos “Revista digital”, el cual había nacido a mediados de 2019, y que la pandemia había discontinuado. Nos propusimos construir una comunidad de lectores y escritores que unificara a las generaciones más antiguas con las más nuevas, a lxs estudiantes que son hijxs y nietxs de fundadores de la escuela con aquellxs nuevxs pobladores de Villa Carlos Paz, a docentes jubilados con quienes están en ejercicio.

El pasado y el presente se encontraron en reseñas de lugares que sólo podían ser evocados desde la memoria porque no estábamos pudiendo “pisarlos” físicamente: historizaciones y fotografías de la biblioteca, del anfiteatro, del patio cubierto y sus murales se juntaron con un concurso de relatos En tu memoria, donde todxs narraron anécdotas, recuerdos y sentimientos sobre el colegio. Pudimos recuperar aquel momento en el cual las pibas del ´72, con impulso feminista, exigieron poder usar pantalones de una vez y para siempre. Nos emocionamos con una alumna a punto de recibirse que contaba que el mejor momento de trayectoria escolar fue pintar las puertas de los baños con enormes flores en compañía de su profesora de Educación Artística ya jubilada. Nos informamos de los recorridos profesionales diversos que estaban teniendo nuestrxs egresadxs, y les hicimos muchas entrevistas.

Empezamos a tomar consciencia de la magnitud de la convocatoria cuando la prensa local replicaba nuestras notas o con la gran cantidad de relatos presentados al concurso… pero fue cuando una persona, bastante enojada, nos contactó para discutir fechas y personajes de una nota sobre nuestras Bastoneras que nos dimos cabal cuenta de cómo iba la cosa: “Profe, ¡nos están leyendo todos!”

Fotografía: Viviana Postay

La potencia de las instituciones educativas locales como organizadoras de lazos sociales es un elemento a proteger. En este caso particular, la asociación civil, cuyos fondos siempre son escasos, tuvo que desviar dineros de otros proyectos menos simbólicos y tal vez más urgentes, en un contexto de discusiones en las que toda conducción debe poder intervenir con cintura negociadora. Como decía Saúl Taborda, recordar quiénes somos es volver a recrear esta identidad dinámica y cambiante que llamamos tradición la cual, lejos de ser un segmento inerte de la estructura social, es un constructo vivo, que sirve para pensar transformaciones no desvinculadas de las raíces.

No es menor el hecho de que la pandemia se haya llevado puesto un conjunto de rituales, fiestas y conmemoraciones que arman lazo social entre las personas que habitamos la escuela y entre escuela y la comunidad. Un manto de tristeza invadió a estas instituciones sin encuentros, sin actos patrios, sin bailes y comidas compartidas. La tristeza que nos quedó también es un desafío a gestionar, porque si no se gestiona deviene en odio empeñado en una búsqueda de culpables infinita, la cual (como ya sabemos) es la madre segura de cualquier posible proyecto totalitario.

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Publicada el 26 de octubre de 2021.


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Viviana Postay@vipiresca

Viviana Postay Dirección editorial Cordobesa nacida y criada. La gloriosa Universidad Nacional de Córdoba le dio tres títulos: Profesora y Licenciada en Historia y Magister en Investigación Educativa. Durante más de once años fue miembro del equipo de conducción en una escuela secundaria de más de ochocientos alumnos y cien docentes, primero como vicedirectora y luego como directora. Forma maestros en un Instituto de Formación Docente del interior de la provincia de Córdoba. Es Especialista en Gestión Educativa y Doctoranda en Ciencias Sociales por Flacso Argentina. Es mamá orgullosa de una hija docente. Lo que más le gusta en la vida es leer y jugar con sus perritas. En Twitter es @vipiresca.

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