Enseñar el arte es entrenar la mirada. No sólo de las obras canónicas, que todos conocemos: la sonrisa de la Gioconda o la habitación de Van Gogh. Enseñar el arte es hacerle preguntas, preguntas políticas, a nuestro alrededor, con la mirada.
Quien ejerce el poder sobre lo visible, tiende a dominar lo imaginario
Zabala
Es domingo, cae la noche y una escena es festejada y aplaudida por una multitud en el súper clásico Boca-River. Los periodistas celebran: lograron la toma y la foto que será llavero, remera, póster y bandera. “El beso del alma”: así titularon el momento en que Claudio Paul, tras haber metido el cuarto gol al equipo contrario, corre hasta Maradona que lo espera arrodillado, y tomándolo de la cara, le parte la boca de un beso. Cada vez que esta imagen vuelve a visitarse, se reactiva ese sentimiento, eso tan lindo que tiene el fútbol. Sentirnos Diego o Claudio en ese beso triunfador.
Pero ¿por qué ese beso sí es celebrado y otros en cambio son censurados?
Al conocerse la noticia del encarcelamiento de Marian Gómez por haber besado a su compañera en la estación de Constitución del subte porteño, desarrollé una búsqueda de instancias legitimadoras de prácticas sociales en relación al beso. A través de ellas se visibilizaban los mecanismos que se ponen en juego desde la historia del arte para lograr instalar una visión hegemónica frente a este tema en el imaginario social afectando, de esta manera, nuestras prácticas sociales incluso en los recovecos más profundos de nuestra intimidad.
El viernes siguiente a conocerse la noticia del encarcelamiento de Marian, tenía mi clase de Historia del arte. Esperé a mi grupo ese día con una ambientación de luces bajas y de colores giratorias. Mientras llegaban a la clase sonaba “Bésame mucho” y se sucedía la proyección de distintas obras de arte.
Esta experiencia se dio en la materia “Historia del arte” de la especialización docente en educación por el arte que brinda el Instituto Vocacional de Arte “Manuel de Labardén”, dependiente de la Dirección General de Enseñanza Artística del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Este trayecto tiene dos años de duración, en los que se conforma un grupo que va experimentando lenguajes artísticos en talleres de teatro, títeres, música, expresión corporal, literatura, educación por el arte, reflexión e historia del arte. Con la convicción de que la experiencia es transformadora, la institución propone vivenciar esta modalidad, para multiplicar y expandir la educación por el arte.
El viernes siguiente a conocerse la noticia del encarcelamiento de Marian, tenía mi clase de Historia del arte. Esperé a mi grupo ese día con una ambientación de luces bajas y de colores giratorias. Mientras llegaban a la clase sonaba “Bésame mucho” y se sucedía la proyección de distintas obras de arte. Algunas paradigmáticas y otras contemporáneas y callejeras. Con el objetivo de detectar e identificar cambios y permanencias en los distintos ejemplos, comenzamos a conversar sobre las imágenes observadas y se armaba el clima de trabajo.
Algunos debates se instalaron ante cada diapositiva. Observando en detenimiento las posturas, los modos de agarrarse, se sumaban datos contextuales que a veces aportaron al debate, como es el caso del beso de Judas o las obras egipcias.
Compartimos el beso de Casablanca: “Bésame como si fuera la última vez” y un sonido parecido a un gemido romántico “Ah” fue compartido por casi todo el grupo. Detectaron rápidamente de qué película se trataba. ¿Cómo hizo este beso para instalarse en este lugar común como para identificarlo con tanta eficacia? Logramos interrogarnos, cuestionarnos el modo en que la cultura visual nos interpela y nos va conformando un universo de posibilidades.
Cuando la clase empezaba a terminarse las ganas de más flotaban en el aire. Les propuse que sugieran temas para ir agregando a una playlist colectiva para que al finalizar el encuentro pudieran acceder al link y continuar escuchando durante el viaje de regreso a sus hogares.
El tema se apoderó de varios encuentros más. Miramos juntes el beso de Britney, Cristina y Madonna durante la celebración de los premios MTV. ¿Qué pasó en este ejemplo? ¿Dónde encontramos la transgresión? Intentamos encontrar con elles, con les alumnes, las huellas que la historia del arte fue dejando en nuestra vida como para identificarlas en diferentes problemas contemporáneos.
Compartimos la escena final de la película Cinema Paradiso. La película nos permitió situar la censura en los films como hecho histórico simbólico. Por eso tomamos el momento final, una escena hecha con los pedacitos recortados que contienen los besos robados a los films originales. Fragmentos que un censor decidió arrancar a los diferentes films y que esta hermosa película decide reunir en un nuevo relato.
Prendimos las luces y mientras continuábamos escuchando la playlist de fondo, nos repartimos la lectura del artículo “El arte de besar”. Situado en la España franquista de 1936, este texto sugiere estrategias para consumar un beso exitoso.
Cercanías / libertad / miedo a la libertad de besar / deseo / empatía, unión / De igual a igual / libertad / me dieron ganas de besar no sé / Visibilización del deseo compartido / Ganas / Lo “privado” en el espacio público / Fuerza / Pasión / Visibilidad / Cosquillitas que derriban / Intimidad
El trabajo con este material permite desnaturalizar ciertos conceptos con los que fuimos formados y que reproducimos e incluso formamos a nuestres alumnes. Al ser un manual de lectura joven, es descontracturado y accesible, lo que descubre de manera aún más evidente estos mandatos que se instalan incluso en los recovecos de nuestra intimidad. En él el autor se dirigía a los jóvenes amantes a través de diversas técnicas, trucos y métodos de besos “efectivos”, incluyendo variedades tales como “el beso espiritual”, “el beso pellizco”, “el beso de dolor”, “el beso sorpresa”, “el beso de la pestaña, ” y “el beso de alma francesa”, así como consejos sobre cómo prepararse para besar y cómo acercarse a una chica.
Luego compartimos la lectura de un corpus de noticias periodísticas sobre la cobertura que se le dio al besazo y a las distintas instancias judiciales que implicaron a Marian Gómez. De esas lecturas surgió un debate grupal y la construcción de la siguiente pregunta:
¿Cuál es esa fuerza intrínseca que convierte a los besos en algo tan poderoso?
Algunas expresiones en respuesta a esta pregunta fueron:
Cercanías / libertad / miedo a la libertad de besar / deseo / empatía, unión / De igual a igual / libertad / me dieron ganas de besar no sé / Visibilización del deseo compartido / Ganas / Lo “privado” en el espacio público / Fuerza / Pasión / Visibilidad / Cosquillitas que derriban / Intimidad
Para finalizar, la propuesta fue realizar un taller de stickers, “Pegate un beso”: hacer besos para pegatinar en la vía pública nuestras impresiones. Pegar nuestros besos, nuestras concepciones de besos, nuestros estados de beso.
El Beso
Besarse en los rincones oscuros
besarse frente al rostro del guarda
besarse en la puerta de la Santa Catedral de todas las Canalladas
besarse en la plaza de todas las Repúblicas
(o elegir especialmente aquellas donde todavía te matan por un sodomo y gomorro beso)
besarse delante de la foto del niño que también fui
(y sentir que me hace un guiño para que siga, que no pare, que no interrumpa, porque le gusta ese beso…)
besarse sabiendo que nuestras salivas arrastran besos denegados/ opacados/ apagados/ cercenados/ mutilados/ hambrientos/ que no son solo los nuestros
que tu labios y los míos mientras rajan la tierra la construyen
y hay una historia de besos que el espanto no ha dejado ser
y que por eso te beso
lxs beso
me besás
besaremos
por eso el beso
beso
Susy Shock. Del libro Relatos en canecalón, Edit. Nuevos Tiempos, 2011.
Para acompañar la lectura de este artículo se puede visitar el padlet que contiene imágenes y videos ilustrativos.
Publicada el 8 de julio de 2022
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